La Convención Mundial de Cambio Climático tiene como objetivo principal
reducir las emisiones de “gases de efecto invernadero” (GEI) para mitigar los
efectos del cambio climático (CC). En Bonn, Alemania, (Oct.19 al 23, 2015) se
reúne la comisión técnica de los 193 estados miembros de las Naciones Unidas,
para llegar a acuerdos sobre mitigación del CC y producen un documento plagado
de desacuerdos, que son la base de discusión para la COP 21, que se desarrolla en Paris, donde los Jefes
de estado deben asumir compromisos que permitan reducir los GEI y en
consecuencia la temperatura de la Tierra en 20 C , para
el 2030.
Las grandes corporaciones, imponen sus intereses a los gobiernos y estos
su autoridad a los pueblos: “Cualquier acuerdo de reducción de GEI debe ser
voluntario”; mientras los países en desarrollo piden que los acuerdos sean
vinculantes, y tratar el problema de la reducción de GEI de una manera “justa
pero diferenciada”, el que más contamina debe pagar más y debe aplicarse un
mecanismo de pérdidas y daños”. En resumen, los primeros no quieren abandonar
su sistema de hacer dinero (Minería, petróleo, transporte, construcción,
monocultivos, agroquimicos…) y a cambio
proponen “mercadear” la naturaleza, mientras
los segundos muestran su interés por venderla obteniendo financiamiento
para “conservarla”. Aquí el medio ambiente es una mercancía y no un patrimonio
común de la humanidad.
Las Corporaciones, ahora dominan las COPs, y se aprovechan de la necesidad
de gobiernos y pueblos empobrecidos, proponen soluciones que podrían ser útiles
si se consideraran los derechos humanos, la conservación del ambiente y la
participación real, justa y equitativa de los pueblos, todo ello como un
complemento de medidas orientadas a disminuir significativamente las GEI “in
situ” y en todo el planeta, de lo contrario son parciales, insuficientes o
“falsas” e inútiles.
"Carbón Azul". Estudiando manglares |
Con lenguaje ambientalista las corporaciones denominan “Servicios
Ambientales” a los que presta la naturaleza, por los que debe pagarse. Por
ejemplo: Los bosques “secuestran” (capturan) el Dióxido de Carbono (GEI) y lo
almacenan disminuyendo su impacto en la atmósfera; por ello proponen la
Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD) y agregando “comercializar
la naturaleza, manejo sostenible del bosque y programas para incrementar los
reservorios de carbono” se tiene un REDD PLUS, o REDD+. En estos casos, un ente
extraño (ONG, Fundación, Corporación…) toma el control de un bosque para “conservarlo”,
con lo cual puede prohibir a las comunidades que se benefician del bosque
extraer madera, leña, cazar, pescar etc. y de ser necesario expulsa a los
vecinos del lugar. Se evalúa el carbono “secuestrado” y almacenado, se le pone
un precio y se ofrece al “mercado de carbono”, donde alguna corporación que
contamina en otra sitio compra los “créditos de carbono” para seguir contaminando,
porque paga por una parte o por el total de sus emisiones de GEI. El “ente”
puede permitir la minería, extracción de petróleo e inclusive “cortes
inteligentes de la madera”, que significa cortar árboles en un bosque y sembrar
plantaciones de monocultivos en otro sitio lo cual se cuantifica como “zero
deforestación”, ¡Es un cinismo definir una plantación de monocultivo carente de
diversidad biológica con un bosque! Mientras…, las comunidades se ven privadas
de los beneficios del bosque y son criminalizados como deforestadores,
depredadores etc. También es un cínica solución llamar “agricultura
inteligente” a una agricultura basada en semillas genéticamente modificadas
tratadas con agroquímicos propios para las plantas, y vendidas con exclusividad
por la corporación transnacional que las produce.
Ahora en la C0P 21 se propone “Carbón Azul” para conservar los humedales
(bosques de mangle, marismas y praderas marinas) la cual, bajo la misma
metodología de REDD+ trae todo el potencial de afectar a millones de pescadores
de pequeña escala.
En resumen, el lema “vender la naturaleza para salvarla”, es otra forma
de acaparamiento de tierras y aguas por las grandes corporaciones y no es una
medida efectiva ni justa para mitigar el CC… En todo caso según Laurence
Tubiana, embajadora francesa, _“En Paris tendremos que negociar todo al mismo
tiempo”_ y según Obama…_”De Paris deben salir acuerdos
vinculantes”_... Si no son para mitigar el cambio climático ¡Qué Dios nos
agarre confesados”!
Buen comentario. La naturaleza no se vende!
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