Jorge Varela Marquez / Ambiente, Desarrollo y Capacitación S. de R. L.
Libre nace en defensa de la Constitución, y ahora, ¿Hay que violarla
porque otros la violan, o hay que defenderla?
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¿Constitución o Reelección, cuál es el paradigma a seguir?.
En pueblos cultos el ejemplo a seguir es cumplir y
hacer cumplir la Constitución, documento que le da el ser a un país; que
contiene las Leyes primarias que le dan origen a todas las demás Leyes que hacen funcionar un Estado…
En pueblos sometidos a grupos de poder
los Diputados actúan conforme a su retorica: “La Constitución es pura
babosada”. “La Constitución puede violarse cuantas veces sea necesario”, “…
¿Porqué si otros roban es bueno y si nosotros robamos es malo?”…; esta realidad puede presentarse en otras esferas de un gobierno donde en un
ambiente de caos, se percibe que el Titular del Ejecutivo manda en los demás
Poderes, a pesar de que la Constitución dicta que “el gobierno debe ser
ejercido por los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en forma independiente
y sin relaciones de subordinación entre ellos”… (Art. 4). Además, si un Presidente
aprovechándose de su poder absoluto desea reelegirse, este mismo artículo lo prohíbe: “la alternabilidad en el ejercicio
del poder es obligatoria, la infracción de esta norma constituye delito de
traición a la patria”.
…Igualmente, si un ex presidente muestra sus aspiraciones reeleccionistas,
los Artículos 239 y 374 se lo prohíben. A pesar de ello se quiere conducir a un
Partido que nació defendiendo la Constitución hacia la desobediencia de la
misma, amparándose en que…“si el actual presidente viola la Constitución nosotros
también lo haremos”...
¡Esto es el caos!
A los políticos no les importa que el Código Penal (Art.
330), los amenace con reclusión de 6 a 10 años si violan entre otros, los artículos
ya mencionados.
Tampoco les preocupa que el Acta Constitutiva de las Fuerzas
Armadas obligue a estas a defender la Constitución y la alternabilidad en el
Poder.
Hasta ignoran un potencial “baño de sangre” si la
desesperación lleva al pueblo a ejercer su derecho de “recurrir a la insurrección en defensa del orden
constitucional” (Art. 3).
Parodiando a Shakespeare en su obra Hamlet: “Reelección o no
reelección, esa no es la cuestión” “Constitución o no Constitución, esa es la cuestión”
y para Honduras la cuestión es “Ser o no ser…”